sábado, 9 de junio de 2012

La energía de la vida

La energía de la vida

Por Marcela Viaggio

    Alexander Lowen  creó ejercicios  con el propósito de asentar los pies en la tierra, estar en la tierra. Uno de los ejercicios es pararse con los pies paralelos, bajar la cabeza por su peso, flexionar un poco las rodillas y apoyar las manos o dedos de las manos. En esta posición se busca que se produzca una descarga de tensión, mediante las vibratorias. Uno de los objetivos del trabajo de la bioenergética  es el aflojar las corazas musculares que podemos tener en diferentes  partes del cuerpo. En la pelvis, el abdomen, pecho, hombros, cuello, mandíbula, ojos, entrecejo, centro de la cabeza (mollera). Estas tensiones se expanden a brazos, manos, piernas, pies, etc. Estas redes de tensión suceden porque somos una totalidad, un dolor repercute en otras zonas, aunque estén alejadas  una de  la otra. Es muy importante  bajar a tierra, a la realidad, al cuerpo, enraizarse, no quedarse colgado de los hombros, de las ideas, de la fantasía, de los fantasmas. Para integrarse  tiene que existir un intercambio entre el adentro y el afuera, lo inconsciente y lo consciente, el presente y el pasado.


   “... existe la ansiedad de sostenerse uno sobre sus propios pies, lo cual supone que se está solo. Cuando somos adultos, todos nos sostenemos solos, esta es la realidad de nuestra esencia.” (4)
   Así es, el crecer da temor. Con relación a lo que dice Lowen  me siento identificada en el tener como uno  de los objetivos de trabajo que los alumnos vayan sintiéndose autónomos. Autónomos al elegir un compañero para
trabajar,  estar en compañía y volver a estar solos, volver a elegir con quien trabajar, estar  centrados. Ejemplo de una de las consignas  con las que trabajo: piensa con quien te gustaría trabajar, y búscalo..., cuando quieras aléjate  y  acércate a otro compañero. Tomarse la libertad de ir y volver, de estar solo. En la  utilización del espacio aparece el miedo a mostrarse. Muchos alumnos se pegan a las paredes, ocupan lugares pequeños donde se chocan con los compañeros o con la pared. Les digo que busquen más espacio para estar, que trabajen sobre  ese obstáculo, que se permitan ser en el espacio.

4 Lowen, Alexander(1977) Bioenergética, Pág. 186 de la Editorial Diana- México.
    Muchas veces sucede que al estar en el piso pueden aparecer imágenes de muerte (en la horizontal) y puede causar angustia, o bien el piso da seguridad y tienen miedo de subir a otros niveles por el temor de perder el equilibrio y caer. Se agarran en la musculatura de la mandíbula, apretando los dientes, del cuello, hombros, pecho, las manos tensas, el aire no entra, no sale libremente; podría seguir mencionando zonas que se tensan.
    Estas corazas musculares que investigó Wilhem Reich, maestro de Alexander Lowen tienen que ver con la caracterología de cada persona. Cada uno de nosotros tiene corazas musculares en diferentes lugares del cuerpo, depende de nuestra historia personal con relación a  los otros, en el mundo donde vivimos. Estas corazas se fueron armando en el transcurso de nuestra vida.

 El concepto de energía. Carga, descarga, circulación y movimiento.
    Reich  se refería a la estructura  de la personalidad, al conjunto  de tensiones musculares crónicas del cuerpo. Suele denominarse “armadura” porque sirve para proteger al individuo de las experiencias emocionales dolorosas y amenazantes. Lo defienden de los impulsos peligrosos de su propia personalidad, y también de los ataques de los  demás. Sostengo que estas corazas también impiden el vivir plenamente, lo bueno queda anestesiado  por las tensiones, el expresar nuestras emociones y pensamientos están obstaculizados por esta dureza. Estas tensiones pueden “partir”  a la persona, haciendo una analogía con una planta. La flojedad tampoco es buena porque uno no se puede sostener, ni tener la fuerza necesaria para accionar, pensando esta palabra como movimiento que transforma a uno mismo y al otro en lo vincular.
   Me interesa  trabajar los diferentes roles: activo- pasivo, crear las condiciones  necesarias para que en las clases se juegue esto, para  que se pueda vivenciar el tener una actitud  de proponer al otro, dejarse llevar por el otro, la escucha receptiva y el decir. Tener la posibilidad de aparecer de diferentes maneras, saliendo de estereotipos. Para que se produzca un cambio energético tiene que haber dos elementos  como mínimo: dos personas con características diferentes, dos fuerzas opuestas, el intercambio que se da en las células, en las neuronas, el movimiento celular, la relación entre el inconsciente y el consciente. Ese  juego de tensiones produce una transformación  energética, un cambio cualitativo. En el caso de la bioenergía, se repiten determinados movimientos, produciéndose una tensión,  que se acumula y luego se produce una descarga a través de movimientos vibratorios.
   Pensar que tenemos la posibilidad de modificarnos a través del trabajo,  es una más de las múltiples herramientas y recursos que podemos utilizar.
   Bioenergía  como su palabra lo indica, bio = vida, energía. Practicando ejercicios de esta técnica he podido abrirme a  mi potencia, a mi fuerza. Me ha ayudado a verme de otra manera, de estar diferente con los otros. Esto lo estoy llevando hace quince años aproximadamente a las clases que coordino. Los relatos de los alumnos  que escribí con anterioridad  expresan el beneficio que han encontrado al practicar este trabajo. En varias disciplinas de lo corporal se trabaja con la energía, con el objetivo de que la energía circule y se recicle, por ejemplo, el Tai Chi,  el Chi -Kun, el Yoga, las artes marciales, las danzas afro - cubanas (Yoruba). No estamos acostumbrados a pensar a la personalidad en función de la energía. La cantidad de energía que tenga el individuo y la forma  que  la use tiene que determinar su personalidad y reflejarse en ella. Unas tienen más energía que otras.
    Los centros energéticos se revelan  en la medida que  el  cuerpo va  perdiendo densidad y las tensiones se deshacen:
“Una vez reconocidos, se los trabaja. Un gran  número de centros se desenvuelve a lo largo de este aprendizaje, así se va creando una red de comunicaciones internas que abre, limpia y une los caminos de energía”. (5)
 “La lengua esta presa desde la raíz y esta retracción compromete a todos los músculos del cuello y los maxilares. Al acortarse los músculos posteriores del cuello, el mentón se proyecta hacia arriba, la curvatura de la columna cervical aumenta afectando a la columna en su totalidad, lo que dificulta el pasaje de la energía por este importantísimo canal”  ídem, ibíd.

    Al trabajar el centro magno, ubicado cerca del entrecejo, esto lleva a abrir espacios en otros lugares internos y externos de la persona. El trabajar con el centro de gravedad  desde el recibir y entregar el aire fue una revelación para mí. La pelvis ocupó un lugar totalmente diferente, desde adentro. En muchas técnicas corporales se trabaja con este centro, con la idea de colocar la pelvis en determinada posición, sentir que desde ese lugar parte el movimiento. ¿Cuánto tiempo se puede sostener una posición determinada, fija?.Al trabajar la pelvis con el aire se abrió un nuevo espacio, apareció el centro de gravedad, realmente desde lo orgánico.
    Pienso al cuerpo como una totalidad, mejor dicho a la persona como una totalidad, porque al  trabajar una zona repercute en otras, el integrar el
pensamiento - palabra a la corporeidad. Me parece muy interesante lo que sucede al trabajar con este Sistema  por el bienestar que produce, la liviandad corporal que se percibe: se tiene otro volumen, tridimensional,  se pueden desarrollar las imágenes que aparecen,  ponerle sonido, agregarle el texto, la posibilidad de emitir sonidos desde otro lugar sin forzar, ni empujar.
    Volviendo al libro Encuentra tu propia voz, donde se refleja el entretejido de estos dos universos, del movimiento corporal y vocal, Serge Wilfart dice que la energía-sonido muchas veces  se bloquea en la zona de los hombros, del cuello, de la mandíbula, de la columna vertebral, formando un sistema de tensiones musculares  que contribuyen a dar forma a la postura y a establecer un tipo de comportamiento. Le da mucha importancia al centro vital del hombre, el hara, el centro de gravedad. Wilfart valora la  comunicación que establece el cantante con su hara, con el entrenamiento y la conciencia se va afinando cada vez más y  hace falta cada vez menos fuerza, pues la fuerza se va transformando en energía y esa energía es sonido.
   Wilfart tiene un concepto muy interesante sobre  el aliento y el sonido: llama aliento a la inspiración y sonido a la exhalación. Trabajando  conscientemente estos dos movimientos  y si se unen  correctamente en la parte inferior, es decir el hara, es posible independizar el sonido de lo mental, liberar la zona superior del esquema corporal y someter a la laringe solo a una débil presión, en lugar de imponerle un soplo de huracán: “A medida que el aliento se amplifica y se apacigua, la fuerza se convierte en presión y el cantante aprende a ir mas lejos, a ahondar más, a  aguantar mas tiempo.” (6)
    
   Un hito muy  importante en la vida del niño es cuando aprende a caminar, porque  está en un proceso de constante cambio de apoyos, de equilibrios y desequilibrios. Pasa de la horizontalidad a la verticalidad. Se apoya en sus propios pies (si lo dejan). El descubrir estas nuevas posibilidades de movimiento, de exploración del espacio, de los objetos, repercute en su tono muscular, en lo vincular. Al crecer entramos a una carrera de obstáculos, presiones,
ansiedades propias y  ajenas que dejan huella en nuestra estructura psíquica, física. La ansiedad de que el bebé se pare cuando puede  gatear, que corra cuando puede caminar, que diga palabras cuando lo que hace es balbucear provoca  tensiones psicológicas  que repercuten en el cuerpo, pudiendo producir corazas musculares, alteraciones psicomotrices, por ejemplo la tartamudez, dificultades en  el aprendizaje, la aparición de  enfermedades psicosomáticas como el asma, problemas digestivos, etc.
  El niño es un aprendiz tanto al caminar como al hablar. Al pasar por  la adolescencia y al llegar a la adultez no significa  que el aprendizaje haya terminado, que nos movamos fluidamente, que hablemos bien. Cuando los hábitos posturales no son los correctos, si existen bloqueos energéticos por tensiones acumuladas, si  no se descarga el peso corporal  sin permitir que los apoyos sostengan, si no se deja que el aire entre y salga orgánicamente, estos problemas influyen en la emisión del sonido, y entonces hay que hacer un trabajo  de reeducación, para modificar esas matrices de aprendizaje.
   “Para recuperar la integridad, un caudal vocal hablado o cantado debe resultar de una neutralización de lo mental. En la voz hablada, el sonido es continuamente alterado por la ansiedad de lo mental y atraído hacia arriba. El ideal (relativamente
utópico) al que hay que aspirar debería consistir en esto: hablar y cantar con un dominio absoluto, por la parte inferior del cuerpo, de la energía-aliento y de la energía-sonido, neutralizando  el intelecto. Esa es toda la búsqueda del Zen. Desde un enfoque de dominio y apaciguamiento del yo, es un profundo error descuidar el papel del sonido, origen y vector de todas las tensiones. Para restaurar una función oral plena y total, el adulto debería acudir sin trabas a esa reserva fonémica de la que disponía cuando era pequeño. El trabajo que se lleva a cabo sobre la voz va encaminado precisamente a obtener de él esa regresión a una posición prelinguística  de comunicación vibratoria. Cuando todavía se encuentra en buen estado respiratorio y vocal, el niño hace vibrar todo su cuerpo para emitir sonidos. Dominado por las tensiones que se acumulan por el paso del tiempo, su cuerpo deja de vibrar. Pero toda comunicación verdadera es de orden vibratorio. El ser humano, cuando se relaciona, actúa alternativamente como emisor y como receptor, pero el emisor esta en parte fuera de servicio. De ahí la necesidad  de reparar el instrumento, de desarrollar de nuevo el cuerpo sonoro, para que se restablezca la comunicación más allá del lenguaje verbal intelectualizado. Entonces, la palabra se amolda a la vibración, el verbo se hace carne y el ser vuelve a pisar tierra firme en la época mítica anterior a la torre de Babel...” ídem, ibíd.  (7)
   Esto que transcribí lo relaciono con algunos de los fundamentos de  la Psicomotricidad: el moverse en libertad, el no poner a los bebés en posturas fijas. Ponerlos boca arriba y que ellos solos vayan cambiando de posición, el pasar de cubito dorsal a cubito ventral, el sentarse, rodar, gatear, el pararse, el caminar. Con el objetivo  de que  adquieran autonomía en cada etapa de su vida. Eso sí, acompañándolos  en su proceso. (8)

   En la  escuela  de actuación  trabajo con la consigna de acompañar al compañero en la exploración del espacio. Es muy interesante lo que cada uno de nosotros entiende por el acompañar. Unos acompañan llevándolos de las manos, pegados al compañero, anticipándose a lo que pueda suceder.

   Observé al que exploraba  a cierta distancia de su acompañante, se movía con libertad, tomándose el tiempo para conocer  los objetos, sus texturas, las posibilidades de movimiento, de transformación; otros se pegaban a su compañero. En algunos  alumnos  se observaba que el tono muscular  subía por la tensión al no ver por donde iban, otros acompañantes  seguían a su compañero desde una distancia donde el otro podía explorar con soltura, sin descuidarlo.  Investigamos con los textos que trabajan en actuación, utilizando objetos, el accionar, decir en diferentes alturas, integrando los objetos de utilería,  el vestuario. Hacer un circuito con obstáculos donde tienen que decir el texto mientras se vinculaban con otro u otros compañeros utilizando los objetos.




7 El subrayado es nuestro
8 Chokler, Myrtha(1988) Los organizadores del desarrollo psicomotor. Ediciones Cinco.


El dejarse llevar por el otro, el relacionarse  a través de los sentidos con los objetos, con el  otro / otros. Allí se observa cuando el movimiento y la palabra se corta o cuando  fluye, si  accionan  y vinculan con su partenaire de escena o no.
   Cuando el autor del libro “Encuentra tu propia voz “ escribe sobre la importancia del grito, la fuerza que tiene la proyección de la voz en el espacio y como toca al otro y estremece al emisor, lo relaciono  con lo que  me sucede al cantar bagualas, tonadas, vidalas, o canciones de raíz afro y al escuchar estos cantos. La voz se proyecta en el espacio, sin  hacer esfuerzo sale hacia afuera, es muy liberador.      
   Leda Valladares dice: “ El canto con caja impone una experiencia profunda: entrar a dimensiones primeras y últimas de la voz, y a fuerzas cantoras que desatan en tropel. Entrar al bosque del canto vallisto es enfrentarse con fuerzas desconocidas, en un rito de ancestros planetarios que se levantan y cantan a pleno misterio. “ (9)
Lo estoy utilizando hace años en las clases, varios alumnos me han comentado que les resulta muy placentero, que no están pensando el cómo se respira, lo que tienen que hacer, sino que el sonido sale, se proyecta. Lo trabajo después de hacer ejercicios de enraizamiento a  tierra y el abrir la zona alta, la del pecho, los brazos, la boca, para integrar el arriba y el abajo, el cielo y la tierra. Es una metáfora que la siento así cuando canto este tipo de música.
   Es muy interesante el  cantar y decir los textos de las escenas utilizando las diferentes tonalidades del canto vallisto, porque  se puede investigar  tonos graves agudos  desde otro lugar, no convencional, la voz se proyecta con más cuerpo, la articulación es más clara.
   El poner en juego la agresividad,  jugar con los fantasmas arcaicos: de 
persecución, de devoración que en Psicomotricidad  se trabaja es muy  beneficioso para los alumnos  que les cuesta  tener iniciativa, accionar sobre  el compañero, ser activos.


9 Valladares, Leda(1986) Canto Vallisto con Caja, canciones andinas recopiladas por Leda Valladares. Editorial Lagos.
   Lo estoy llevando a las clases que doy en la escuela de actuación y  con narradores. Poniendo bien en claro que no pueden lastimar al otro, ni a sí mismos, pero sí poner el cuerpo.
   Un ejemplo  de una consigna: Jugar al perseguidor-perseguidor, ser llevado y llevar, roles activo -pasivo, ser sostenido y sostener al otro. En parejas o en subgrupos, con cambios de roles. La agresividad pensándola como el accionar sobre el otro y el entorno  para la modificación y transformación  de los actores en juego. (10)
La respiración  como aliada para abrir nuevos espacios.
   Al nacer la primera acción es inspirar, el segundo movimiento es la exhalación sonora a través del grito, del llanto. En el transcurso  de la infancia se le va dando más importancia al desarrollo físico y no al vocal, generando una desarmonización en el cuerpo vocal, que lleva a una asimetría, finalmente a disociar.
   Al trabajar en forma más consciente con la respiración, se obtiene  la posibilidad  de que el aire al inspirar llegue a zonas más bajas que las acostumbradas:  costillas, abdomen, cintura, sacro y  al exhalar, emitir sonido, palabras, frases. La capacidad  y  el tiempo de duración de la inspiración y la emisión del sonido cada vez se amplia  más.
   El recibir el aire y entregarlo ayuda a poder dejarse sostener por el piso, por la  pared,  por otra persona, pelota, etc., buscar la sintonía entre dos o más  personas, a centrarse, distenderse, serenarse. Cuando uno puede respirar mejor se está de otra forma, se abren nuevos espacios internos  y ese estado se proyecta.

 Ejercicios para la  proyección de la voz.
Propuesta  de secuencias de ejercicios:
1-     Acostado boca arriba  con  la cabeza en el eje, dejándose sostener por el piso, hacer una pequeña vibratoria desde talones, permitiendo que ese movimiento suba por la columna hasta la cabeza, con el mentón hacer  varias  veces el gesto del sí , con el objetivo de alinear la cabeza y la columna. Tomarse las palmas de las manos, colocarlas  por debajo del ombligo, inspirar por nariz llevando el aire a esa zona: centro de gravedad, hacer un movimiento semicircular  continuo desde abajo hacia arriba, delante y debajo de nuevo. Al ir hacia arriba inspirar por nariz, al dar la vuelta y bajar exhalar por boca emitiendo la vocal “u”. Es importante  que con los labios  se le de forma a cada vocal. Repetirlo varias veces, luego, una “a”, “ua”, “au”. Imitar la melodía que canto, escuchar los sonidos de los compañeros improvisar con ellos, de a uno cantar la propia melodía. De a uno cantar una parte de la canción elegida utilizando diferentes apoyos, intensidades, direcciones, niveles: bajo, medio, alto.
2-     Ejercicio de a dos. Uno de ellos sentado  sobre  sus ísquiones en el piso, el compañero le hace masajes en los hombros, en la espalda. La persona que está sentada:  con la mandíbula floja, con aire entre las muelas, labios apoyados, sin tensionar, inspirar por nariz, llevar el aire abajo, al abdomen y  a las costillas, emitir una “m” con los labios apoyados. Luego una “n”,  una “ng” con la boca abierta. Al emitir mover la cabeza hacia derecha e izquierda, luego acercar una oreja al hombro derecho y al izquierdo. Cambio de rol.
3-     Parado con los pies paralelos a una distancia similar al ancho de la propia cadera, levantar los brazos por adelante, las manos relajadas, inspirando por nariz, llevar el aire al centro de gravedad y a las costillas, al bajar con los brazos extendidos hacia los costados proyectar las palmas de las manos hacia los lados vocalizar “m-n-ng”, en diferentes tonalidades.
4-     En una ronda, parados, ejercicio de arraigamiento a la tierra: con los pies y las manos  agarro la tierra y suelto. Inspiro llevando los brazos hacia arriba, al bajar emito con boca cerrada:” m-n-ñ”, “b-v-z”,”m-n-ñ-b-v-z”, con diferentes tonos. Ronda de espalda, de a uno decir parte del texto, o la canción elegida. Ronda hacia el centro, de a uno pasa al centro y dice su texto o canta su canción mirando a sus compañeros, en diferentes niveles, con distintas intensidades, tonos, intenciones y distancias.
Ejercicio de a dos, sentados sobre ísquiones, apoyando espalda con espalda, sacros en contacto. Pasaje de peso, se baja por el peso propio  y el del compañero, sin hacer esfuerzo para llegar a ningún lugar. Llevar el aire  a la zona de la cintura, percibir la entrada y salida del aire del compañero a través del contacto, al exhalar hacerlo con sonido. Subir vértebra por vértebra individualmente, pararse enfrentados en eje, apoyar las molleras, buscar un equilibrio entre los dos, emitir una “m”, una “ñ”, “u”, “a” percibir la vibración a través del contacto y el sonido. Repetir la secuencia varias veces con sonido, investigando diferentes tonalidades. Cantar o decir el texto al compañero en diferentes distancias, niveles, tonos, intensidades.